“No hay campana sin badajo ni sopa sin ajo” Refranero español
Ya en la universal novela de Cervantes, don Quijote atribuía
al comedor de ajos el carácter de villano y despreciable, pero pocos
ingredientes de la gastronomía española representan con más signos de identidad
nuestra dieta mediterránea.
En una película norteamericana, un joven aprendiz a cocinero
aseveraba: “ya he dado con el quid de la cuestión, en cuanto le echas ajo
empieza el olor y el sabor de la comida”.
Así de hermosos están los ajos de mi huerto |
Vayamos a su definición: Allium sativum. Familia
Liliácea. Es una hortaliza de bulbo, y para su plantación se utilizan los dientes de
las cabezas no tratadas previamente con sustancias antigerminadoras.
En general es un cultivo sencillo, no requiere grandes
labores de preparación del terreno excepto las escardas periódicas para
desherbar. Dado su prolongado ciclo de cultivo, también precisa una
considerable dosis de paciencia, yo los planto por San Martino (11 de noviembre)
y los recolecto por San Pedro ( 29 de Junio).
Y para concluir, cuando me preguntan si me gusta el ajo
suelo contestar: “Si, con un chuletón debajo”
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